El pasado viernes disfrutamos de una sesión de coaching en grupo dirigida por la coach y storyteller Eva Snijders.
Con ella reímos, disfrutamos, jugamos, interpretamos nuestras creencias colectivas, pero sobre todo tuvimos la oportunidad de conocernos más y compartir objetivos personales, buscando crear un vínculo de confianza que ayudase a reforzar la unión de equipo. Uno a uno analizamos nuestra posición dentro de la agencia, manifestando cómo y en qué medida podemos aportar al crecimiento de la misma. La sesión estuvo marcada por la búsqueda de nuestras motivaciones personales para conseguir un mejor rendimiento profesional, y es que para ser un profesor de las relaciones públicas primero hay que ser un alumno dentro de tu propia organización.
Como ya apuntara Silvia Albert en su último post, “Nuestra capacidad de aprendizaje no tiene límites”. Empaparte de la filosofía editorial de tu organización es fundamental, y por supuesto huyendo siempre de la copia. El objetivo debe ser siempre reinventar y posicionar tu perfil como embajador de una marca en la que creemos y ayudamos a potenciar.
Es muy habitual que los distintos miembros de un equipo vean varias maneras de alcanzar los objetivos. No hay camino aislado para llegar a un destino común. Somos consultores, expertos en comunicación que dominamos diariamente un lenguaje único, pensado y adaptado a las líneas estratégicas de grandes compañías pero a la vez personalizado en la mente y experiencias de cada uno. A veces nos olvidamos de este hecho y tratamos de reproducir mensajes desnaturalizados, sin ese toque personal que da calor a un mensaje corporativista. Para poder entender esto en toda su dimensión realizamos muchos ejercicios y dinámicas propuestos por la experta, que nos mostró a cada uno de nosotros la necesidad de potenciar nuestras habilidades en comunicación para fortalecer el objetivo que queremos construir cada uno dentro de la agencia.
Cada vez más empresas y directivos apuestan por el coaching para potenciar la productividad de sus equipos y mejorar su capacidad de maniobra y liderazgo. Y tiene sentido, pues es una técnica idónea para elevar el sentimiento de pertenencia de un empleado a la empresa, convirtiéndose en una herramienta básica para facilitar un ambiente de trabajo que fomente la productividad y por qué no, que aumente la motivación. La construcción de un rol de compromiso fomenta el orgullo de formar parte del equipo.
En este sentido, y más dentro del ámbito de las relaciones públicas, la comunicación interna cobra una importancia vital. “Sólo a través de una comunicación eficaz se podrán transmitir los valores de la empresa”. Así lo describía recientemente nuestro compañero Carlos Balaguer.
El coaching no será productivo si no se ponen en práctica los principios de comunicación interna: consolidar, transmitir y compartir los valores integrales de la empresa.
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