Presta a iniciar mis vacaciones de verano, con buenas notas y más ganas, me planteo cuáles han sido las tres cosas que más me han gustado de este curso.
1.- Sin duda la primera es que, a pesar de los pesares y después de más de 8 años de crisis continuada y aguda, parece que hay luz al final del túnel. Veo a la gente animada, con otro espíritu, con otras ganas. De las caras de difuntos a las caras de esperanza. El mercado se está volviendo a activar y los profesionales nos damos cuenta de que cada vez es más importante unir talento para lograr la excelencia: compartir, colaborar, interactuar.
2.- Estamos en plena ebullición. Participar de un sector capaz de revolucionarse cada muy poco tiempo nos hace sentir vivos y creativos. La comunicación poco tiene que ver con aquella con la que empecé a trabajar en este apasionante sector aunque todo aquello que fuimos, que hicimos, que aprendimos, que inventamos, que innovamos… es fundamental para llegar al presente más presente, al día a día. Nuestra experiencia es un grado, un máster de lujo que añadir a todo lo que se está naciendo, creándose, inventándose. Ahora más que nunca, la edad en comunicación es un plus. Eso sí, si has sido capaz de reinventarte, de conectarte al aquí y al ahora, y a lo que está por venir.
3.- Mucho por hacer. La crisis que está atravesando el modelo periodístico occidental deja en evidencia todo lo que aún está por hacer. Nuevos intentos de reinventar la rueda ponen al límite negocios hasta ahora incuestionables en donde el cuarto poder era eso, un poder. ¿Sigue siéndolo? No posiblemente en los términos que lo hemos entendido hasta ahora. Tal vez sigamos insistiendo demasiado en replicar modelos que ya se han mostrado caducos sin darnos cuenta de que el mundo del que procedemos cada vez tiene menos que ver con el que vivimos, y menos aún con el que viviremos. Cambio de estructuras mentales, ese pensamiento lateral que nos permitirá ver donde nunca miramos.
Así que me voy contenta a descansar. Nos lo hemos ganado. El nuevo curso viene cargado de retos, de amenazas (si, también, como no podía ser de otra forma), de aventuras y de provocaciones. En nuestra voluntad está entrar en el cuadro y pintar mucho. Lo demás sería esperar y morir lentamente. ¡Qué aburrimiento!
Buenas vacaciones a todos. Nosotros seguiremos aquí, cuidándoos.
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